"El desierto es un modo de ser (...) De día el aire destella. Y están los espejismos. Se ve de tanto querer ver, un oasis de tierra húmeda y fértil, palmeras y agua, sombra, al fin sombra para los ojos que al sol enloquecido se vuelven verde esmeralda" - clarice lispector
viernes, 8 de mayo de 2009
nuestra casa
nada queda de nuestra casa
ya no hay cajas, ni cinta
para embalar, ni camiones
de mudanza esperando su carga
no hay mas ropa, ni libros
ni plantas, ni cuadros, sólo quedan
alfombras y empapelados gastados
no habrá mas veranos en esa casa
ni juegos a escondidas a la hora de la siesta
no habrá olor a bizcochuelo de vainilla
a la vuelta de la escuela, ni a pan
recién tostado los domingos por la mañana
no escucharemos música ni los gritos
de los chicos jugando a la popa mancha
no festejaremos mas cumpleaños en esa casa
ni ascensos, ni materias aprobadas
no planificaremos ningún viaje
ni veremos nuestras caras
frente al espejo
ya no hay abuelos, ni padre
ni madre, nada queda
de nuestra casa
paula aramburu, 07/05/09
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Me gusta tu poesía sencilla , tranquila..
ResponderEliminarTe agendé a mi blog que estoy rmano
Irene
hermoso el poema, mi abrazo !
ResponderEliminarUn elogio a los desiertos de nuestra casera cotidianidad. Lo sentí propio.
ResponderEliminarSaludos...
qué poema Paula!!
ResponderEliminarcómo no sentirse un poquit huérfano dentro y gracias a él?
me encantó
Lupus
muchísimas gracias a todos por sus comentarios, realmente me llena de alegría recibirlos.
ResponderEliminarcreo que un lector es algo así como la medida de lo que escribimos, un eco, la repercusión, y saber que alguien puede sentir este espacio como "propio", y que otros que ya han pasado por aquí lo siguen haciendo, es sumamente alentador.
de nuevo, mil gracias a todos.