era el brillo de la luz, la luz
de una luna plena sobre la superficie
del río, un barco deslizándose
como por arte de magia al ritmo
calmo de una corriente calma
era el silencio de la noche, el eco
de una voz lejana en el centro de la isla
el aire fresco sobre los hombros
la espalda, las manos tibias
tanteando de memoria y a oscuras
la respiración, el pulso acompasados
era el filo de la proa
dividiendo en dos las aguas del río
dividiendo en dos la verdad del mundo
de una luna plena sobre la superficie
del río, un barco deslizándose
como por arte de magia al ritmo
calmo de una corriente calma
era el silencio de la noche, el eco
de una voz lejana en el centro de la isla
el aire fresco sobre los hombros
la espalda, las manos tibias
tanteando de memoria y a oscuras
la respiración, el pulso acompasados
era el filo de la proa
dividiendo en dos las aguas del río
dividiendo en dos la verdad del mundo
paula aramburu
imagen: tender dinghi (hundertwasser).
Paula, me gustó mucho el ritmo del poema. De alguna manera te lleva con él.
ResponderEliminar