martes, 26 de mayo de 2009

luna llena











era el brillo de la luz, la luz
de una luna plena sobre la superficie
del río, un barco deslizándose
como por arte de magia al ritmo
calmo de una corriente calma

era el silencio de la noche, el eco
de una voz lejana en el centro de la isla
el aire fresco sobre los hombros
la espalda, las manos tibias
tanteando de memoria y a oscuras
la respiración, el pulso acompasados

era el filo de la proa
dividiendo en dos las aguas del río
dividiendo en dos la verdad del mundo

paula aramburu
imagen: tender dinghi (hundertwasser).

1 comentario:

  1. Patricio Valverde27 de mayo de 2009, 19:55

    Paula, me gustó mucho el ritmo del poema. De alguna manera te lleva con él.

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