viernes, 1 de julio de 2016

la despedida - carolina musa



El retraso invariable del colectivo
esta vez roto en Pocitos. 
Mi viejo sentado en un banco de la terminal
el perro sarnoso a un lado
varios pibes gatean por el suelo
cerámico, fresco. Al fin
viene, nos abrazamos
rápido porque hace calor
y el chofer está apurado.
Arriba el combo incluye olor a chivo
+ televisión encendida
+ ringtones de celular. 
El barrio nuevo es esa fila de puntos
rojos sobre el horizonte
bajo uno de los cuales mi amiga de la infancia
con minuciosidad absoluta
cortará las verduras de la cena.
Un viejo en bicicleta
pedalea exigido
con una escalera bajo el brazo.
Me voy de Orán.
Un carancho se lame las alas
sobre un tronco quemado hueco.
Después la oscuridad
abrupta, a los costados se apaga todo
excepto la memoria en el cuerpo los indicios
de esto que intuyo siempre prematuro           ¿duele?
No, no duele.
Esa cantidad de desperdicios sobre los techos.
Quince minutos todavía
no llega la extrañeza
el asombro llueve pasando Chalicán
llueve torrencialmente
y juraría esta noche croa un sapo
acá arriba, adentro.

Carolina Musa, La curva de Ebbinghaus, Baltasara Editora, Rosario, 2016.

martes, 23 de febrero de 2016

tierra mutable - louise glück


"Estás curada o sólo creés que estás curada?

Me dije que
de la nada
nada podía sacarse.

Pero todavía puedes amar a alguien?

Cuando me siento a salvo, puedo amar. 

Pero tocarás a alguien?

Me dije que
si no tenía nada
el mundo no podía tocarme. 

En la bañera, observo mi cuerpo. 
Se supone que es lo que tenemos que hacer.

Y también tu cara?
Tu cara en el espejo?

Estaba alerta: cuando me tocaba
no sentía nada. 

Entonces, estabas a salvo?

Nunca estuve a salvo, ni siquiera cuando más escondida estaba. 
Incluso entonces estaba esperando. 

Y no podías protegerte?

Lo absoluto
desgasta; el límite, el muro
que hay entorno al yo desgasta. 
Si estaba esperando, había sido 
invadida por el tiempo. 

Pero crees que eres libre?

Creo que reconozco las pautas de mi carácter. 

Pero crees que eres libre?

No tenía nada
e igual cambié.
Me quitaron mi insensibilidad
como un traje. Después
vino el ansia."

Louise Glück, Vita Nova, Pre-textos, España, 2014. 

lunes, 8 de febrero de 2016

abismos - pascal quignard


"Su silencio no parecía deberse al infortunio. El silencio, la oscuridad, el tedio, el vacío, se asociaban a los placeres buscados en ellos. A menudo la desnudez se mezcla con ese silencio. Ya no se distingue de esa pura espera en la penumbra. Y la felicidad. Y la lectura le añade otra voz aun, una voz singular, una voz más extraña que un canto, una voz que mantiene el alma en una ausencia total de resonancia. El lector, es como un animal que se acuesta al borde de un lago más antiguo que el de la voz humana. (...) Detestaba toda turbulencia. Los golpes lo horrorizaban. Evitaba juntarse con mujeres u hombres que hablaran demasiado. (...) Y entonces la ola, como cada ola de la naturaleza, inventa la franja de arena húmeda y opaca donde vuelve a romper. Nada brilla ahí. Sin embargo, en ese rastro más oscuro, algo resplandece o al menos respira en un estado sereno y terrible. La belleza resonante de los versos  irradia secretamente el mundo sonoro que se anonada en ese lugar."

Pascal Quignard, Abismos. Último Reino III. Cuenco de Plata, Buenos Aires, 2015.