miércoles, 16 de diciembre de 2009

té de manzanilla - katherine mansfield








Soledad

"Ahora es la Soledad quien viene de noche
en vez del Sueño, a sentarse junto a mi cama.
Como una niña cansada espero oír sus pasos,
y la miro mientras sopla la vela suavemente.
Se sienta sin moverse, ni a izquierda ni a derecha
gira, y rendida, rendida deja caer la cabeza.
También ella es vieja; también ella ha peleado la pelea.
Así, con laureles está adornada.

A través de la triste sombra la marea que baja lenta
surca una costa estéril, insatisfecha.
Sopla un viento extraño... después silencio. Estoy lista
para aceptar la Soledad, tomarle la mano,
aferrarme a ella, esperando, hasta que la tierra estéril
se llene con el terrible monotono de la lluvia."

* * *

Anticipo de primavera

"Los campos ya no están sitiados por la nieve
hay laguitos azules y pendones de tiernísimo verde.
La nieve ha quedado atrapada en el cielo
tantas nubes blancas -y es frío el azul del cielo.
Ahora el sol anda por el bosque
roza tallos y ramas con sus dedos de oro
y todo se estremece y sale del letargo.
Sobre las ramas desnudas sacude sus rizos amarillos
... aunque el bosque está lleno de ruidos de lágrimas...
Un viento baila sobre los campos.
Agudo y claro el sonido de su risa
cuando ella empieza a reir,
sin embargo tiemblan los laguitos azules
y palpitan y se doblan los pendones de tiernísimo verde."

Katherine Mansfield, Té de manzanilla, bajo la luna, 2006.
Traducción: Mirta Rosenberg y Daniel Samoilovich

sábado, 5 de diciembre de 2009

agua viva III - clarice lispector



buscando un epígrafe para mi último libro de poemas, reencuentro en este libro de clarice lispector fragmentos magníficos, de gran lucidez, frases que uno quisiera recordar siempre, a las que necesariamente hay que volver...

"Y entonces siento que dentro de poco nos separaremos. Mi verdad asombrada es que siempre he estado sola de ti y no lo sabía. Ahora lo sé: soy sola. Yo y mi libertad que no sé usar. La gran responsabilidad de la soledad. Quien no está perdido no conoce la libertad y no la ama. En cuanto a mí, asumo mi soledad. Que a veces se extasía como ante los fuegos artificiales. Soy sola y tengo que vivir una cierta gloria íntima que en la soledad puede convertirse en dolor. Y el dolor, en silencio. Guardo su nombre en secreto. Necesito secretos para vivir."

* * *

"Hoy a la tarde nos encontraremos. Y no te contaré ni siquiera eso que escribo y que contiene lo que soy y que te regalo sin que lo leas. Nunca leerás lo que escribo. Y cuando haya anotado mi secreto de ser lo tiraré como si fuese al mar. Te escribo porque no llegas a aceptar lo que soy. Cuando destruya mis anotaciones de instantes ¿volveré a mi nada de donde he sacado un todo? Tengo que pagar el precio. El precio de quien tiene un pasado que sólo se renueva con pasión en el extraño presente. Cuando pienso en lo que ya he vivido me parece que he ido dejando mis cuerpos por los caminos."

Clarice Lispector, Agua viva, íbid.