"Como una persona desesperada en un velero, un pequeño velero que se debate en un mar embravecido, después de que el patrón haya muerto arrastrado por las olas, ahogado, y la acompañante que ha quedado atrás tiene que intentar evitar que se hunda el barco... Es ridículo pensar en completar el viaje cuando a lo máximo que se puede aspirar es a mantenerse a flote."
Joyce Carol Oates, op. cit. .
En la tormenta, en la tempestad, mirar una hendija de cielo a través de las nubes, de la lluvia, puede mantenernos a flote sin pensar en el destino, en la costa indefinida, en todas esas caras borrosas que imaginan nuestros ojos a pesar del naufragio, a pesar de nosotros. Es sólo un pequeño cielo. Es tan sólo un instante. Y alcanza.
ResponderEliminargracias por darle vida a mi blog con tu poesía, robert. bellísimo.
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