antes de partir, se dio una ducha
caliente, extendió las toallas mojadas
sobre el respaldo de las sillas
del comedor, y sin hacer ruido
con mucho cuidado, cambió una bombita
quemada por una sana, como si
ese gesto, esa luz, pudieran evitar
el frío, la oscuridad
un cortocircuito
paula aramburu, septiembre 2009
pauli: cada vez disfruto más de tus desplazamientos, son precisos y preciosos, saludos, vero.
ResponderEliminargracias verito, no sabés lo bien que me hace escucharte, da fuerzas para seguir desplazándose a pesar de todo, y ojalá esta vez, sea en la dirección correcta.
ResponderEliminarun beso enorme y buen finde!