jueves, 7 de abril de 2011

subte

dejo pasar el primer tren, no lo pierdo, lo dejo pasar; me abro paso entre la multitud, cruzo la línea amarilla que divide el andén de las vías y subo al próximo; subo y siento los cuerpos comprimiendo mi cuerpo, un codo hundiéndose entre mis costillas, una mochila negra tapándome la cara; subo y siento la falta de aire, el encierro, la ausencia de luz natural, los gritos agudos de un pequeño y su madre que intenta calmarlo sin elevar demasiado el tono de su voz; subo y siento el olor ácido a transpiración, a humo y cenizas impregnados en la lana; escucho una multiplicidad de voces que se cruzan, se mezclan hasta perder todo sentido; por encima de mi hombro percibo la mirada de un hombre con olor a alcohol recorriendo mi cuello; por encima de mis ojos, los ojos de una mujer haciendo un esfuerzo por leer lo que leo; y así avanzamos, sin luz, sin aire, cuerpo a cuerpo, todos contra todos; así avanzamos, como avanza hacia el matadero el ganado siempre a ciegas.

paula aramburu

imagen: ojodigital.com

5 comentarios:

  1. Abajo existe un mundo que no existe. un mundo que respira, que ahoga, que vuela, que desaparece; un mundo que vive, que muere.
    Y quizás sea una metàfora de otros mundos menos pretenciosos; o una salida donde sólo mueren los laberintos.
    Y es que así de simple transcurre ese mundo subterràneo: sin luz, sin agua, sin caras, sin cuerpos; sin tantas cosas; sobreviviendo...

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  2. qué bueno, robert, ya estaba extrañando este intercambio de poemas, bienvenido sea, y que se perpetúe! muy bueno tu texto, es un tema que estoy trabajando, lo subterráneo... veremos a dónde me lleva, espero que auna nueva superficie. nos vemos el miércoles, y gracias por recomendarme la contratapa de "página 12" de hoy, un lujo: clarice y juan forn!

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  3. Muy bueno. Las venas subterráneas que trasladan personas a una velocidad menor a su necesidad de bajar (cuanto antes!).

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  4. Desde el vientre materno hasta el cajón de los muertos...
    A los humanos nos cuestan los lugares que oprimen por que aquello que llamamos "vida" transcurre entre esos dos puntos de encierro.

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  5. gracias, cartu, pata!!
    siempre siento una leve senación de asfixia cuando estoy en un subte, y sin embargo, sigo subiendo a ellos...
    pata: me sacudieron tus palabras, no lo había pensado así, y es cierto, la vida transcurre en ese trayecto que va de un punto de encierro al otro... sólo espero que falte bastante para llegar al destino final; igualmente, nada de cajones para mí, nada de encierro: primero seré fuego, me haré cenizas y luego mis amigas del alma me llevarán de regreso al mar, agua que una vez me dio vida.

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