"Durante años los muertos
eran el terrible peso de su ausencia,
el peso de lo que no se había puesto en sus manos.
Rara vez una aparición -sueño o visión-
aligeraba esa carga por un instante, como alguien
que está detrás de nosotros y que por un momento
sostiene el peso de una carga,
pero sin soltar las correas: el dolor sigue ahí,
aunque puedes aprender a no sentirlo
siempre que la malvada memoria
no vuelva a tirar con súbita fuerza.
Pero vas cayendo en la cuenta
de que por un tiempo
necesitabas llevar ese peso.
Qué débil, qué ingrávida te sientes sin ella, flotando
de aquí para allá, colisionando por popa contra las cosas.
Y es justo cuando los muertos regresan:
aunque no como visiones. No vienen
ahora separados, para no ser vistos, no,
son ellos los que nos ven: con su mirada,
por segundos, minutos, quizás por más tiempo,
desvían la mirada del que está de duelo. Justo ahora,
ese movimiento de la luz, arpegio
en el arpa del océano,
no lo ha visto quien está acostumbrado
a cargar con la pesada ausencia, sólo lo percibió
el que lleva muerto y ausente mucho tiempo, el que mira
desde dentro de nuestros ojos bien abiertos."
Denise Levertov, Arenas del pozo, Señor Hidalgo, Brcelona, 2007.
Sencillamente precioso este sitio...
ResponderEliminarmuchas gracias!! bienvenida cuando quieras.
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