7.
"Por nuestra manera de caer uno en el otro
la lluvia en la ventana nos pide que le abramos
un resquicio aunque sea, esa grieta
por donde la hiedra se asoma a la intemperie:
no son pasos los pasos que por fin se alejan
sino el roce de las ramas contra el muro,
nuestro propio jadeo hasta el límite del llanto."
13.
"Ella vive en una casa techada por el cielo
y las gaviotas y las nubes recorren sus sueños:
donde se asoma, se abre una ventana,
donde camina, una puerta da al mar,
sin más llaves que sus manos tendidas
al llamado ligerísimo del aire."
21.
"Echemos el ancla y ajustemos las amarras:
nunca nada es para siempre,
pero huele a vino el aire de la tarde y qué mesa
no nos hará sentir que estamos, por fin, en casa.
Mañana, por favor, no me despierten."
Alberto Szpunberg, Notas al pie de nada ni de nadie, bajo la luna, bs. as., 2007.
paseo por tu blog y casi no lo puedo creer...
ResponderEliminarte abrazo
muchas gracias, ruth, un placer que hayas pasado por aquí. bienvenida, siempre.
ResponderEliminarpaula