"El desierto es un modo de ser (...) De día el aire destella. Y están los espejismos. Se ve de tanto querer ver, un oasis de tierra húmeda y fértil, palmeras y agua, sombra, al fin sombra para los ojos que al sol enloquecido se vuelven verde esmeralda" - clarice lispector
martes, 28 de julio de 2009
todos nosotros - raymond carver
El poema que no escribí
"Aquí está el poema que iba a escribir
antes, pero que dejé
porque te levantabas.
Estaba pensando otra vez
en aquella primera mañana en Zurich.
Nos levantamos antes del amanecer.
Durante un instante no sabíamos dónde estábamos.
Salimos al balcón que daba
al río y a la parte vieja de la ciudad.
Allí estábamos, sin más, callados.
Desnudos. Viendo cómo se aclaraba el cielo.
Tan conmovidos y tan felices. Como si
nos hubieran colocado allí
justo en aquel momento."
* * *
La pequeña habitación
"Era un buen ajuste de cuentas.
Palabras arrojadas como piedras contra las ventanas.
Ella gritaba y gritaba, como el ángel del juicio final.
Entonces apareció el sol de repente adensando
el cielo de la mañana.
En el silencio repentino, la pequeña habitación
resultaba extrañamente vacía mientras él le sacaba las lágrimas.
Se parecía a todas las demás habitaciones pequeñas de la tierra
en las que la luz encuentra dificultades para entrar.
Habitaciones en las que la gente se grita y se hiere.
Y luego siente pena, y soledad.
Incertidumbre. La necesidad de amparo."
* * *
El mejor momento del día
"Frescas noches de verano.
Las ventanas abiertas.
Las lámparas encendidas.
Fruta en el frutero.
Y tu cabeza sobre mi hombro.
El momento más feliz del día.
El amanecer
desde luego. Y ese momento
justo antes de comer.
Y las primeras horas
de la tarde.
Pero amo
estas noches de verano.
Más incluso, me parece,
que todos esos otros momentos.
El trabajo terminado por ese día.
Y nadie que nos pueda alcanzar en ese momento.
O nunca."
* * *
Ninguna necesidad
"Veo un sitio libre en la mesa.
El de quién? Quién falta? A quién le estoy gastando una broma?
El barco espera. Ninguna necesidad de remos
ni de viento. He dejado la llave
en el sitio de siempre. Ya sabes dónde.
Acuérdate de mí y de todo lo que hicimos juntos.
Ahora abrázame con fuerza. Eso es. Bésame
en la boca. Aquí. Ahora
deja que me vaya, mi amor. Déjame partir.
Ya no nos volveremos a ver en esta vida,
asique dame un beso de despedida. Aquí. Bésame otra vez.
Ahora, mi amor, deja que me vaya.
Es hora de ponerse en camino."
Raymond Carver, Todos nosotros, Bartleby Editores, Madrid, 2006.
Traducción y prólogo de Jaime Priede.
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Muy bueno el poema "La pequeña habitacion"
ResponderEliminarBesos!!!
Oscar
qué bueno que te haya gustado! habrá más.
ResponderEliminarte escribo esta tarde.
bs