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lunes, 7 de febrero de 2011

llueve

llueve, llueve profundamente
desde lo más hondo
del cielo, llueve como esos días
y esas noches en que la fuerza de los truenos
el destello de los relámpagos y la caída
del agua, conspiraban a favor nuestro

paula aramburu, 07.02.11

viernes, 6 de agosto de 2010

de sueños e insomnios

Infarto

tendida en el piso respiro
con gran dificultad, como si lo único
que quedara de mí fuera el dibujo,
el contorno de mi cuerpo

a través de la remera de algodón azul oscuro
puedo sentir los golpes de mi corazón
latiendo con profundo dolor

texto e imagen: paula aramburu

* * *

"Noche de insomnio. Ya es la tercera sin interrupción. Me duermo perfectamente, pero después de una hora me despierto, como si hubiera metido la cabeza en un agujero equivocado. Estoy completamente despierto, tengo la sensación de no haber dormido en absoluto, o de haber dormido sólo bajo una delgada película; me veo abocado a la tarea de volver a dormirme y me siento rechazado por el sueño. Y desde ese momento, durante toda la noche hasta cerca de las cinco, sigo en ese estado, durmiendo en realidad, pero al mismo tiempo despierto por la presencia de vívidos sueños. Duermo a mi lado, por así decir, mientras yo mismo lucho con los sueños. Hacia las cinco, los últimos rastros del sueño desaparecen, me reduzco a soñar, lo que cansa más que estar despierto. En resumen, me paso la noche entera en el estado en que se encuentra una persona normal. Cuando me despierto, todos los sueños me rodean, pero me cuido de recordarlos. Hacia el amanecer suspiro sobre mi almohada, porque por esa noche toda esperanza ha desaparecido. Pienso en aquellas noches cuyo amanecer me arrancaba a un profundo sueño, y al despertarme me sentía como si hubiera dormido metido en una nuez."

Franz Kafka, Los sueños, Libros Perfil, Bs. As., 1998.

domingo, 1 de agosto de 2010

domingo, otra vez

hoy es uno de esos días
en los que no emitiré ni un sonido,
no hablaré con nadie, no atenderé
el teléfono ni haré ningún
llamado; no tomaré aire fresco
ni sentiré el calor del sol
en la cara; hoy la oscuridad
del cielo abarca más que un desierto
de lava y pesa más que el plomo...
y la puerta permanece cerrada,
y las persianas bajas, y las habitaciones
respiran a la sombra; hoy es uno
de esos días en los que el miedo,
las excusas o el fracaso no tendrán
lugar en esta casa, uno de eso días
en los que ya no se espera nada

texto y fotografía: paula aramburu

miércoles, 28 de julio de 2010

lo que veré

veré la costa irregular de un mar
claro rodeado por torreones y peñascos,
la arena tibia entre mis dedos, la sal
del océano en el cuerpo; comeré higos
florecidos en las higueras y beberé vino
que una vez fue uva tan dulce
tan blanca; buscaré un refugio
-que en nada se parece a un escondite-
y seré testigo del paso fugaz de navegantes
que, hipnotizados por el canto agudo
de las sirenas, sucumben atraídos
por los vientos y las corrientes marinas
del Mediterráneo; pisaré calles antiguas,
superficies rocosas, y escalaré sin temblar
torres y cementerios; y sentiré,
por las noches sentiré las manos fuertes,
abiertas, de un hombre alto y delgado,
un hombre de ojos intensos que habita
una isla tan blanca como desierta

paula aramburu, 27.07.10

martes, 20 de julio de 2010

lo que veía


los días de lluvia pienso
en vos, decías; y escuchábamos
el sonido de las gotas en su lenta
caída contra las baldosas del patio,
contra las enormes y verdes hojas
de las sandalias que descansaban
contra una vieja reja blanca; decías,
siempre que llueve pienso en vos, y yo
te decía cuánto ansiaba dormir
acunada por el eco de esas pequeñas
gotas: repetición incesante, infinita
que se reproducía como un mantra
en mis oídos; decías: todos los días
de lluvia pienso en vos, sí, decías,
y yo, como hipnotizada, fuera
de mí, caía en un sueño largo
y profundo, y me dejaba llevar entonces
muy lejos, en silencio, atraída por la luz
de la lluvia; sí, una vez
te decía, hubo un lugar
y fuimos la lluvia

texto y fotografía: paula aramburu

sábado, 17 de julio de 2010

lo que no se ve

la casa fría, el corazón
a oscuras y estos ojos que se hacen
cada vez más chiquitos, se van
cerrando hasta hacer de sí mismos
una rayita apenas perceptible
que ya no ve, no ve, es que ya no queda
nada para ver?
que lleguen pronto la noche y sus sueños
y que amanezca mañana

paula aramburu, 17/07/10
imagen: paula domínguez romeo