"Dormir... con el corazón callado y arrítmico, la mano temblando, el calor íntimo de un trago de vino tinto. Y entrar en la cama llena de almohadas y elegir la mejor posición. Entonces un murmullo de oración viene de la sangre caliente. Pero no consigo nunca captar el instante cero en el que me duermo y durmiente muero.
Es de noche, anduve descalza en la arena penumbrosa, pero el mar era un voluminoso reflujo de la noche oscura y yo me asusté como golondrina. El negro mar me llamaba en su resaca de marea baja, de negra marejada.
Después de una noche desvelada estoy en estado de vigilancia agreste. Y lo que deberían haber sido los sueños si yo hubiese dormido por la noche comenzó a ocurrir de día: de cualquier modo, esos sueños adquirirían apariencia y pasarían porque tenían que pasar incluso por rendijas estrechas que el día abre en mí. De tal modo, me resulta imposible dejar de soñar y de desvariar. Soy un cráneo hueco y con paredes vibrantes y lleno de nieblas azuladas: éstas son materia del dormir y el soñar y no del ser. Invento porque tengo que inventar mi futuro e inventar mi camino."
Clarice Lispector, Un soplo de vida, Siruela, Madrid, septiembre 2008.
Es de noche, anduve descalza en la arena penumbrosa, pero el mar era un voluminoso reflujo de la noche oscura y yo me asusté como golondrina. El negro mar me llamaba en su resaca de marea baja, de negra marejada.
Después de una noche desvelada estoy en estado de vigilancia agreste. Y lo que deberían haber sido los sueños si yo hubiese dormido por la noche comenzó a ocurrir de día: de cualquier modo, esos sueños adquirirían apariencia y pasarían porque tenían que pasar incluso por rendijas estrechas que el día abre en mí. De tal modo, me resulta imposible dejar de soñar y de desvariar. Soy un cráneo hueco y con paredes vibrantes y lleno de nieblas azuladas: éstas son materia del dormir y el soñar y no del ser. Invento porque tengo que inventar mi futuro e inventar mi camino."
Clarice Lispector, Un soplo de vida, Siruela, Madrid, septiembre 2008.
imagen: paula aramburu
que bueno el calor íntimo de un trago de vino tinto inventar mi futuro e inventar mi camino!
ResponderEliminarbesotes
Querida Paula, siempre visito tu blog, los textos y las fotos son preciosos.
ResponderEliminarTe invito a pasear por mi jardín, cualquier día de estos.
Un beso
Mercedes